sábado, 24 de septiembre de 2016

UN POCO DE ANATOMÍA


UN POCO DE ANATOMÍA



La respiración el la función biológica por la que el ser humano capta el oxígeno necesario para la vida y expulsa el dióxido de carbono del interior del cuerpo. Es un gesto que el cuerpo humano realiza de forma automática por el sistema respiratorio, y del cual no tenemos la necesidad de prestarle atención para que lleve a cabo su función. Tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades de nuestro cuerpo, tanto las que se producen a nivel físico, como a las que se producen a nivel emocional. Sin embargo este sistema tiene la posibilidad de manejarse de forma voluntaria.

En este sentido, diremos que la respiración implica a una serie de estructuras durante su funcionamiento, y sobre alguna de ellas podemos influir e incluso controlar. En esta ocasión nos centraremos en hacer una pequeña descripción de la mecánica respiratoria, sin entrar en detalles ni profundizar en datos técnicos.

A la hora de explicar la respiración diremos que existe una doble respiración. Una se encarga del proceso de intercambio gaseoso a nivel celular y a nivel alveolar, otra comprende el proceso por el cual se recoge el aire del exterior y se introduce en nuestro cuerpo, junto con el proceso inverso. A la primera respiración se denomina respiración interna (o celular) y a la segunda respiración externa o ventilación.

Podemos decir que la respiración o ventilación es el proceso de la mecánica respiratoria por el cual se toma aire del ambiente direccionándolo a los pulmones (inspiración) y luego, el aire alveolar es expulsado de nuestros pulmones hacia el exterior (espiración). También podemos afinar un poco más y reflejar que existen dos fases intermedias entre la inspiración y la espiración, que comúnmente se denominan fase de apnea. En una de ellas se produce una apnea con los pulmones llenos, y la otra se produce con los pulmones vacíos. En términos yóguicos se puede denominar cada una de las fases como Rechaka a la fase de espiración, Puraka a la fase de inspiración, Suniaka a la fase de apnea en la que se mantiene la retención con los pulmones vacíos y Khumbaka en la fase de apnea en la que se produce una retención con los pulmones llenos.
En la respiración intervienen diferentes estructuras. Por un lado nos encontramos con estructuras de componente sólido como la caja torácica, formada por las costillas, parte de la columna vertebral y por el esternón. Por otro lado, nos encontramos los músculos y tejido conectivo y el diafragma.

La mecánica respiratoria es un proceso cíclico en el que pueden distinguirse las fases anteriormente mencionadas. Los músculos respiratorios actúan principalmente en la fase inspiratoria. Esta fase es una fase de activación muscular en la que se produce la entrada de aire del exterior hacia el interior de los pulmones.

 El DIAFRAGMA es el músculo principal, responsable del 75-80 % del movimiento inspiratorio. El diafragma provoca un doble movimiento al contraerse. Un efecto pistón que provoca un aumento del diámetro vertical de la caja torácica, y un efecto antero-posterior y transverso al desplazar a las costillas hacia fuera y una elevación de las costillas inferiores.

La fase de espiración es una fase pasiva en la que no existe activación muscular. Los músculos implicados en la inspiración se relajan y los pulmones recuperan su forma inicial gracias a la capacidad elástica de sus tejidos, haciendo que el volumen de la caja torácica disminuya, haciendo que el aire salga hacia el exterior.
En un proceso respiratorio forzado entran en funcionamiento otros músculos denominados accesorios. Los Intercostales externos al contraerse provocan la elevación de las costillas, con un desplazamiento hacia fuera, provocando un aumento del volumen y disminución de la presión abdominal, por la retracción de la pared abdominal anterior. En la espiración pueden entrar en funcionamiento los intercostales internos, provocando el efecto inverso, aunque con menor fuerza.
Los escalenos y los esternocleidomastoideos actúan de forma accesoria en la respiración, provocando un ascenso del esternón aumentando el diámetro antero-posterior de la parte superior del tórax.
Los abdominales también actúan, de manera que al contraerse provocan un aumento de la presión intraabdominal y provocan la elevación del diafragma, ayudando en la espiración forzada. Mientras que en la inspiración se relajan, descendiendo la presión abdominal y provocando un mayor volumen torácico.


Existen otros muchos músculos auxiliares que facilitan la mecánica respiratoria, como puedan ser los serratos, los pectorales, los erectores de la columna, los transversos o el dorsal ancho. Pero considero que para una primera toma de contacto es suficiente con esta pequeña introducción.


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